lunes, 3 de agosto de 2015

Humor en la Comunicación

El humor optimiza la comunicación interna

"Si va a contar a la gente de verdad, será mejor que les haga reír. Si no, le matarán" - George Bernard Shaw.

Para que una empresa funcione con la coherencia, eficacia y agilidad de un único individuo, es fundamental que los canales de comunicación fluyan perfectamente entre personas, departamentos y divisiones. A menudo, sin embargo, los mensajes más importantes se atascan en puntos conflictivos del organigrama, se expresan tan mal que causan más problemas de los que resuelven, o sencillamente se pierden en la tormenta de información que caracteriza a muchos entornos corporativos.

El humor desempeña un importantísimo papel en la comunicación humana, ya que permite atraer la atención del público, reducir las tensiones y las distancias que puedan obstaculizar el intercambio de información, y suavizar el impacto negativo de mensajes problemáticos.

Según estudios los oradores más experimentados saben que si hacen reír a su público con una broma ingeniosa y pertinente, conseguirán en muchos casos que su discurso tenga un impacto y un poder persuasorio mucho mayor. Una de las razones es el placer que produce la risa de los oyentes, una especie de regalo emocional que reciben y que seguirán buscando a lo largo del discurso, asegurando así un altísimo nivel de atención e interés.
 
El Humor
 
El sentido del humor es una capacidad que no todos tenemos, la risa puede endulzar la amargura de las comunicaciones, las malas noticias, las órdenes, quejas, críticas o confesiones embarazosas. Estudios sociológicos revelan que el uso de humor puede ser muy útil para optimizar el flujo de la comunicación.
Sabemos que el humor puede servir como escudo para defendernos de los ataques o situaciones comprometedoras que puedan surgir durante una conversación. Tiene numerosos beneficios, sobre todo en el trabajo, desde la reducción de estrés hasta la mejora de la comunicación con nuestros compañeros.
Personalmente me ha tocado convivir con un equipo de trabajo muy familiar, donde el humor y con ello las risas nos han llevado a complementarnos mucho mejor, las jornadas laborales hasta altas horas de la noche han sido llevaderas por lo mismo, por la capacidad que tenemos de reírnos de nosotros mismos y aguatar si alguien nos tira una que otra tallita.
Debemos reconocer que el humor es fundamental en todo ámbito de la vida, con nuestras amistades, en los estudios, en el trabajo, con la familia y sobre todo en nuestra vida amorosa. Tener una pareja que tenga la capacidad de hacernos reír es mucho más importante que una persona tenga intelecto, no menospreciando por supuesto la inteligencia. Eso se aprende, se estudia, pero no todas las personas tienen la habilidad de hacernos reír.
Aprendamos a reírnos de nosotros mismos y disfrutemos de las pequeñeces que la vida nos regala, vivamos cada día como si fuese el último, amemos como si nuestro corazón llegase a explotar por tanto que tiene para entregar, no nos limitemos a sentir ni a entregar todo lo que nuestro ser es capaz de expresar.
 
 
 

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